La mañana de aquel 24 de noviembre de 2018 empezó para María Guadalupe Gómez Hernández con un desayuno al que asistieron los 32 miembros de su familia, luego acudió puntual a la cita para esta entrevista y al cabo de una hora salió apurada al mercado, como cada sábado, con el fin de comprar las flores con las que adorna la iglesia de la comunidad.
Así son las rutinas de esta mujer, la cuarta entre otros 10 hermanos (8 hombres y 2 mujeres), que crecieron en la Alameda Santa Rosa de La Antigua Guatemala, hasta que tuvieron que abandonar la casa paterna, cuando ella tenía 10 años.
“Era bonito, había mucha gente humilde, los mayores eran amigables y nosotros íbamos a jugar a las casas de los vecinos”, recuerda doña María Guadalupe, que hace 51 años se trasladó a Santa Ana, tras casarse con Rogelio Ramírez.
Multifacética
Además de costurera y madre de 5 hombres y una mujer, es presidenta de la Guardia del Santísimo, integrante de la Hermandad de Santa Ana, organizadora de los bingos de recaudación de fondos cada fin de semana, voluntaria de programas sociales municipales, miembro del Consejo de la Iglesia, activista en la Pastoral Social católica en la Escuela de Cristo, militante política y una de las líderes del baile de las Abuelitas Alegres de su aldea.
Este grupo, que ella y una hermana iniciaron hace 14 años, está integrado por entre 22 y 32 mujeres adultas, jóvenes y niñas, que visten faldas largas y vueludas, blusas flojas, máscaras de abuela y cabelleras largas.
El baile es el único que ha sobrevivido en Santa Ana y se presenta 2 veces al año, el 6 de enero y el sábado más cercano al 26 de julio, con motivo de la feria patronal de la aldea. “Las abuelitas bailan marimba, cumbia y todo lo que nos pongan”, dice al explicar que la directora del baile Elsa Marina Hernández inventa los pasos y las que van atrás la siguen.
“Desde muy joven me gustó participar”.
Activa devota
Ahora tiene 20 años de servir a la Virgen de Dolores en la Hermandad de Santa Ana, de cuya Guardias del Santísimo es presidenta.
“Nuestro trabajo son los preparativos para la fiesta patronal el 26 de julio”.
Junto a otras 6 integrantes de la Guardia organiza todos los sábados y domingos en la plazuela de la aldea, entre febrero y julio, bingos de recaudación de fondos para la feria, además de enviar cartas para solicitar ayudas económicas, con el mismo fin.
Por aparte, participa en el Consejo de la Iglesia, integrado por presidentes de los grupos de otras aldeas y en la Escuela de Cristo al servicio de la Pastoral Social de la Iglesia, junto Cáritas, trabaja todos los viernes en un voluntariado para dotar de víveres a personas de la tercera edad de cuatro aldeas de La Antigua Guatemala.
Política
Pese a todas sus ocupaciones, doña María Guadalupe tiene tiempo para atender a su familia y cuidar del hogar, así como preocuparse por los asuntos de la comunidad, por lo que ha participado en la Alcaldía Auxiliar y en grupos políticos que apoyan a candidatos a alcalde de La Antigua Guatemala.
”Hoy todos quieren ser alcaldes auxiliares porque tienen sueldo; antes se trabajaba más y sin sueldo”.
“Lamentablemente, nunca ha habido un buen alcalde, todos han fallado; por eso espero en Dios que este año (electoral, 2019) se elija uno que entienda que La Antigua necesita trabajo”, afirma al recordar que el año pasado rechazó una postulación para ser alcaldesa auxiliar de Santa Ana para no dejar sus tareas en la iglesia.
Historia
Santa Ana fue fundada a principios de 1540 como asentamiento otorgado al sacerdote Juan Godínez, capellán del ejército español durante la conquista. Fue el primer pueblo que se estableció en el Valle de Panchoy. Al inicio, se construyó una capilla, que en 1541 se convirtió en ermita. El actual templo data de mediados del siglo XVIII.
