Los campos de San Pedro Las Huertas, en las faldas del volcán de Agua, relucen de flores todo el año. En la época de Cuaresma, la estaticia los pinta de blanco, rosado y amarillo en un paisaje único. Al fondo, a 4 kilómetros, está La Antigua Guatemala y su cinturón de cerros y montañas.
“El principal atractivo para el visitante son las flores pero también la vista”, dice Sarvelio Juárez, el guía del Tour de las Flores, un proyecto de agroturismo que impulsa desde diciembre pasado la agencia de turismo comunitario Recorridos del Valle.
Primer contacto
Un kilómetro de caminata, volcán arriba, basta para encontrar las primeras plantaciones que combinan flores, nísperos, anonas, jocotes y aguacates. Aunque para llegar a las más alejadas puede emplearse hasta 2 horas.
No obstante, hay huertas con flores a pocos metros del parque de esta aldea, fundada en 1541 por Pedro Becerra. “Quien tiene terreno aquí es de los verdaderos herederos de los primeros habitantes del pueblo”, asegura Juárez.
Opciones
El naciente proyecto turístico ofrece 3 opciones de caminata con guía. Una de 3 kilómetros que se cubre en 3 horas; otra de 5 kilómetros, en 4 horas y la de 8 kilómetros, en 6 horas. Una cuarta opción lleva hasta 8 pasajeros en vehículo agrícola en el trayecto más largo.
“Una parte de los ingresos se destina a la administración del proyecto, otra es para el campesino cuya plantación es visitada y un porcentaje va a la Asociación de Campesinos de San Pedro Las Huertas”.
Héctor Robles, de Recorridos del Valle
Mientras riega las plantas de estaticia en su tablón, el campesino Ángel Hernández García explica que la siembra es entre junio y julio y la cosecha en marzo, abril y, “si el agua lo permite”, en mayo, cuando hay demanda por la Cuaresma y el Día de la Madre.
Cada planta produce cerca de 30 varitas, que el productor junta en manojos de 15 a 25, según el grosor y el largo, para la venta. Aunque hay una medida más grande conocida como maleta, que tiene 100 manojos, precisa Sarvelio Juárez. El precio de cada manojo oscila entre Q5 y Q10, agrega.
La hortaliza
En otra huerta cercana, en la zona baja del pueblo, las plantas de exofilia empiezan a dar botones, aunque la cosecha tendrá lugar dentro de 3 meses. Los cerca de 100 campesinos que pertenecen a la Asociación también producen otras variedades de flores, frijol, maíz, café, frutas, vegetales y todo lo relacionado con la hortaliza.
Al visitante se le invita a subir a los árboles, cortar las frutas cómo lo hacen los campesinos y llevarlas a casa.
“San Pedro Las Huertas tiene la virtud que tiene flores todo el año y puede recibir turismo para tener contacto con flores de temporada”, apunta Héctor Robles. De julio a agosto hay agapanto y estaticia, en noviembre áster y en diciembre Varsovia, cartucho blanco, hortensia y pascua. También hay alelí, inmortal o botón de oro y terciopelo, gallo o colocho.
“Esta es una fuente de ingresos que fortalece la economía de los campesinos a través del turismo comunitario, con opciones adicionales como el aviturismo, el agroturismo o las artesanías”
Héctor Robles, de Recorridos del Valle.
Más proyectos
La agencia empezó hace 8 años como una empresa social de turismo comunitario llamada a generar desarrollo en las comunidades. Tiene también tours por las plantaciones de níspero de San Juan del Obispo y de café en San Miguel Escobar, Ciudad Vieja. Todo en una amplia zona en la cara norte de las faldas del volcán de Agua.
Encuéntrelos como: https://www.facebook.com/RecorridosdelValle/
Y tiene más planes como la habilitación de miradores, de áreas de camping, de un canopy por el barranco de La Virgen que parte casi desde el cráter y pasa por el borde oeste de San Pedro, y hasta de un sendero que llegue a la cima del volcán.
Aviturismo
“Esta es una zona para el aviturismo”, afirma Juárez para luego enumerar algunas de las especies como el tucancito o cucharón, cheje o carpintero, chipito, guardabarranco, siguamonta, codorniz, espumuya, que son como gallinas criollas, gavilán, gavilancillo, zopilote o viuda, paloma, pecho blanco o el gran tecolote.
En el camino, mientras Sarvelio Juárez se detiene para señalar las especies de árbol comunes del área, el campesino Faustino García baja por la ladera detrás de una yegua cargada con 2 maletas de flores moradas y otra que lleva él a la espalda.
La producción de maíz y frijol no incrementa las ganancias y la pobreza permanece. Por eso uno de los fines del proyecto es obtener la certificación de origen para productos agrícolas como el aguacate, el maíz, el frijol y las flores. Una opción que, junto al turismo y la apicultura, estos líderes comunitarios proyectan para aumentar los márgenes de ganancia y romper ese círculo perverso.
