Una construcción ilegal para un local en la calle Landívar de La Antigua Guatemala, a un costado de Pollo Campero, debe ser demolida por no contar con licencia municipal, sin embargo, quien reclama la propiedad del inmueble se resiste a comparecer ante el juez de asuntos municipales.
Gustavo Adolfo Morales, cuya condición de arrendatario del mercado municipal es incierta aún, es sospechoso de la construcción. De acuerdo con las denuncias, trabajaba durante las madrugadas para evitar a las autoridades.
Inquilinos denuncian
La directora del Centro de Servicios, Ingrid Álvarez, explicó que el pasado 13 de marzo recibió una denuncia que interpusieron otros arrendatarios, lo que condujo a una verificación ocular del personal a su cargo.
La estructura de metal tiene más de 3 metros de largo y 2 de ancho. Fue construida sin licencia en el local conocido como “Antojitos antigüeños”, aseguró la funcionaria.
El expediente está en poder del Juzgado de Asuntos Municipales para su trámite.
Notificación
El juez de Asuntos Municipales, Mario Guerra, aseguró a Proceso que el 14 de marzo le notificó de la ilegalidad a Morales y le ordenó la demolición de la estructura porque carece de las respectivas licencias.
De no obedecer, las autoridades actuarán conforme la ley, para garantizar el cuidado del espacio público municipal.
En voz baja
Arrendatarios que pidieron el anonimato aseguraron que desde hace años se han dado casos similares con la complicidad de las autoridades municipales a cambio del pago de sobornos.
“Aquí todo se maneja con dinero, no hay nada que no se pague y de eso son cómplices las autoridades municipales que han permitido el desorden y viven de eso”, dijo en voz baja uno de los inconformes.
Es ilegal pero es mejor
El representante de un grupo de arrendatarios, Gregorio Alvarado, admitió la ilegalidad de la obra, pero la justificó al asegurar que es mejor una construcción en esas condiciones a tener un espacio abandonado y sucio.
“Es un lugar de indigentes y de mal olor, y lo que hacen algunos arrendatarios es recuperar esos espacios y darle mejor imagen, lo que no hacen las autoridades municipales”, argumentó.
En los últimos 2 años, arrendatarios han mejorado sus locales y construido otros en espacios prohibidos sin la autorización municipal, sin embargo, hasta la fecha no ha habido sanciones ejemplares, lo que abre el camino para acciones similares por falta de autoridad.
