San Juan del Obispo vive diferente el tradicional Festival del Níspero, este fin de semana. En las pasadas siete ediciones las actividades estuvieron concentradas en la plaza central. Ahora, el escenario es el pueblo entero, que el visitante tiene opción de conocer a fondo mientras camina por sus calles empedradas.
Sin embargo, la necesidad de mantener las medidas de distanciamiento social y de bioseguridad impuestas por la pandemia del nuevo coronavirus han imprimido nuevas dinámicas a este festival, organizado por la Asociación Nacional de la Feria del Níspero (Anafeni).
En todo el pueblo
Aquí, cerca de 20 productores de la fruta amarilla, cultivada en las faldas del volcán de Agua, muestran sus mejores ejemplares bajo toldos emplazados a un lado del parque. Los demás instalaron los puestos de venta en los portales de sus casas, a lo largo y ancho de la localidad, a 5 minutos de Antigua Guatemala.
Asimismo, canastos llenos de nísperos son exhibidos en cada puesto. Además, hay derivados como vino, cerveza, mermelada, dulces, pasteles, helados, yogurt y gastronomía variada, todo a base de la fruta que da nombre al festival.
“Tenemos mucho positivismo de integrar a todo el pueblo e incluir a las autoridades”, afirma el secretario del Festival, José Lobos Baeza.
Optimistas
Por su parte, en su puesto del parque, doña Elvia Gerónimo vende vinos de cereza, membrillo y manzanilla, bajo la marca La Laguna Seca. Pero el principal es del níspero que obtiene de su plantación de 10 cuerdas de terreno (casi una manzana).
“El año pasado tuvimos una buena venta”, recuerda. Para ella, lo importante del festival es que le permite grandes volúmenes de ventas “al menudeo” en dos días, lo que representa mayores ganancias.
En otro toldo cerca, el productor José Domingo López, de Nísperos San Juan, concuerda con la señora Gerónimo al indicar que la idea de los festivales es dar valor agregado al producto para mejorar las utilidades.
Áreas de cultivo
En San Juan del Obispo hay tres áreas para el cultivo de la fruta, cuyo nombre científico es eriobotrya japonica. La más cercana al pueblo y “más caliente” está en la zona del Guarda o Llano y da cosecha a mediados de septiembre, explica López. La segunda da frutos en octubre. La tercer área, la más fría por estar a más altitud en las laderas del volcán, es la que da mejores frutos, en noviembre.
“Este año estamos preparados para este festival. Tenemos que estar unidos en las buenas y en las malas”, afirma al confesar que sus expectativas de venta para hoy son menores que años anteriores.
La fuente del parque refresca a los visitantes sentados en las bancas y en el atrio de la iglesia un toldo sirve de sombra para los funcionarios invitados a la mesa principal del acto de inauguración del 8o. Festival del Níspero.
El presidente Alejandro Giammattei canceló a última hora su llegada por temor a enfrentar protestas de descontentos que le esperaban en el camino a San Juan del Obispo, revelaron a Proceso fuentes cercanas al evento.
Monumento
Tras la ceremonia, el alcalde de Antigua Guatemala, Víctor Hugo del Pozo, y las demás personalidades, desvelaron un monumento a la entrada del pintoresco pueblo.
Es una obra en hierro forjado y lámina repujada de manos del maestro Byron Baeza con el diseño del artesano Byron González.
Representa el árbol de níspero con alusiones a San Juan del Obispo, a los productores y productoras y a sus familias. También rinde homenaje al guardabarranco, un ave que habita los bosques cercanos y está en peligro de extinción en la zona.
Desde casa
A pocos metros de ahí, Javier Baeza e Isabel Galeano permanecen tras un mostrador en el que tienen dulces típicos, frutas en almíbar, mermelada, vino y licor, todo de níspero. Pero llamaba la atención el niscocas, un dulce con la famosa fruta, coco rayado y almendras de cacao.
Baeza es otro de los productores que en el 2019 tuvo “récord de ventas” y para la presente edición tiene grandes esperanzas de vender, aunque sea menos.
Así transmitió Proceso la inauguración
Gastronomía
Y muy cerca del parque doña María Rosa Aguilar Díaz de Cordón, quien proviene de una familia productora de nísperos, vende almuerzos. En el menú figuran pollo y costilla en salsa de níspero, pollo a la barbacoa, pierna mechada, ensalada de vegetales, arroz y postres.
La gastronomía es otra de las áreas de los derivados de la fruta en este pueblo y hay múltiples recetas que lo llevan incorporado.
El festival también es una oportunidad para mostrar la artesanía sanjuanera como los muebles de madera, la pintura artística, el hierro forjado y el chocolate para batir, cuyos talleres pueden ser visitados, así como para la práctica del agroturismo en circuitos para conocer las plantaciones.