Tres de los cuatro sindicados de un robo agravado en Antigua Guatemala quedaron ligados a proceso y enviados a prisión preventiva por la justicia.
El titular del Juzgado de Primera Instancia Penal de Sacatepéquez, Rocael Girón, consideró que hay indicios racionales de su participación en ese delito.
Ellos permitieron el ingreso de hombres armados a una casa de Antigua Guatemala para robar obras de arte y otros objetos. Lo sustraído asciende a Q200,000.
El juez Girón ligó a proceso por robo agravado a Rodriga Hernández, de 66 años; a María Lisandra Melgar Pop, 29, y a Luis Enrique López Castellanos, 58. Además, ordenó la detención preventiva de los tres, pues ese delito no tiene medida sustitutiva.
Además, dictó falta de mérito a favor de Norma Yolanda Guerra Romero acusada por el mismo delito.
Los Hechos
De acuerdo con el Ministerio Público, Hernández realizaba los oficios domésticos y era guardiana de la casa desde hace 33 años. Por su parte, Melgar trabajaba ahí desde hace 12 años. López, cuidaba carros en esa avenida desde hace diez años.
Según la acusación, la primera en contubernio con la segunda, el 9 de septiembre de 2020 a eso de las 10:45 horas le permitió el ingreso al inmueble, sin oponer resistencia, a López y a otro hombre no identificado. La casa es propiedad de Juan José Falla Sánchez, ubicada en la 3ª. avenida sur número 7 de Antigua Guatemala.
Quince minutos más tarde ingresó un vehículo con dos desconocidos al parqueo del inmueble. Ambas le permitieron el ingreso. Su permanencia fue entre cuatro y cinco minutos con el fin de sustraer objetos de valor, señala la parte acusadora.
Entre las obras de arte hay óleos, imágenes, joyas y cerámica. Así como dos celulares, una caja fuerte y un televisor plasma. Lo robado asciende a Q200,000
Imputación mp
Según el MP, Guerra Romero, llegó en un vehículo a eso de las 14:26 horas y del espacio del copiloto descendió un desconocido que se acercó a una de las ventanas de la casa para entregarle a Rodriga Hernández, un objeto no identificado.
Defensa
En su declaración, Hernández, argumentó que es compradora de latas para obtener ingresos económicos adicionales. Ese día un hombre tocó el intercomunicador de la casa para ofrecerle ese producto. Al abrir la puerta. el hombres la agredió, maniató y le vendó los ojos.
Por su parte, Melgar, aseguró, que al escuchar el grito de su compañera de labores, se acercó a la puerta para verificar lo que pasaba, pero un sujeto desconocido la amenazó de muerte, mientras corría con la misma suerte de Hernández. Ambas quedaron inmovilizadas en el comedor de la casa.
López, declaró, que ese día estaba en la calle ofreciendo sus servicios de cuidar carros y al escuchar el grito de Hernández acudió en su auxilio. Un sujeto lo agredió y lo tiró al suelo, lo que le causó una herida en la cabeza. Luego lo inmovilizó
Liberada
Después de una hora de permanecer atada, Hernández, logró llegar a la cocina para buscar una tijera y cortar la cinta adhesiva con la que fue inmovilizada. Seguidamente liberó a Melgar y a López. Luego llamó a su hijo para contarle el hecho y solicitarle un teléfono celular, pues el suyo había sido robado en ese mismo hecho. Melgar llamó a la familia de su empleador para denunciar el hecho.
La defensa de Guerra Romero, aseveró que su defendida había vendido el referido vehículo meses antes y mostró la documentación respectiva. El abogado que firmó ese trámite y el comprador dieron fe de la compra venta. Este último, dijo que había sido contratado por el hijo de Hernández para llevarlo a la dirección del inmueble.
El juzgador ordenó al MP continuar con las investigaciones durante dos meses y medio. El acto conclusivo se llevará a cabo el 29 de diciembre. Los sindicados fueron enviados a los preventivos de Chimaltenango.
