Entregan las primeras 17 casas de 33 a familias damnificadas de la erupción del volcán de Fuego, el 3 de junio del 2018. El proyecto es una iniciativa ciudadana denominada Solidaridad por Guate que ejecuta el proyecto Bienvenido a Casa.
Sor Francelly de Jesús Pérez, Hija de la Caridad y una de las gestoras del proyecto, explicó que 17 familias fueron beneficiadas con viviendas dignas. Esta primera etapa permitirá que unas 70 personas puedan ocupar sus respectivas casas.
“Ha sido una etapa de mucho sacrificio pero gracias a Dios estamos muy contentas porque estamos entregando las primeras casas”, dijo emocionada.
La ejecución del proyecto habitacional se llevó a cabo gracias a las donaciones de la Conferencia de Religiosos de Guatemala (Confregua), Hermanos y Amigos de Antigua, Acción Verapaz, así como al aporte de personas particulares, agregó la religiosa.
“Agradecemos a las Hijas de la Caridad y padres paulinos que dieron su aporte y pusieron su infraestructura administrativa para llevar a cabo este proyecto”
sor francelly de jesús pérez, hija de la caridad
Agradecimientos
Rudy Sármoles y su esposa Norma Álvarez, recordaron que debido a la erupción del volcán de fuego perdieron algunos familiares y su vivienda en la colona San Miguel Los Lotes, El Rodeo, Escuintla. Ellos tienen cuatro hijos menores y creen que ocuparán la vivienda en los próximos días.
“Le damos gracias a Dios y a todas las personas que hicieron posible este proyecto. Sabemos que ha sido un trabajo duro para los responsables de este proyecto”, precisó.
El proyecto cuenta con 33 casas dignas en Parramos, Chimaltenango.
Hermanos y un sobrino
Carlos José Hernández García, otro beneficiado manifestó su agradecimiento a Dios y a las personas que trabajaron por la construcción de las casas.
Recordó, que el día de la tragedia se encontraba con su familia en la colonia San Miguel Los Lotes. Su cuerpo sufrió el 70 porciento de quemaduras y fue trasladado a un hospital de México para su curación.
La tragedia le arrebató a sus hijos y esposa, así como a sus padres hermanos y cuñados. Solo cuenta con su hermana Bertilia y su cuñado, así como un sobrino.
Al respecto, Bertilia, comentó que cada quien vivirá en su respectiva casa porque “gracias a Dios han sido bendecidos con una casita”.
Tíos y sobrino sobrevivientes de la erupción. 
Carlos Hernández recibe las llaves de su casa.
Recordó que cuando sucedió la tragedia pensó que se había quedado sin familia porque no sabía que su hermano estaba vivo. Ese día había salido unos 10 minutos antes de la erupción sin imaginarse que a su regreso ya no encontraría a su familia y sus viviendas.
“Otro día me dieron la noticia que a mi hermano lo habían sacado bien quemado y lo fui a buscar a los hospitales hasta encontrarlo en la capital. Gracias a Dios nos dio otra oportunidad para seguir viviendo”.
bertilia hernández garcia, beneficiada
El sobrino, José Estuardo Hernández García, dijo que junto a su esposa Sara Carolina del Cid y su bebé, Cristian Estuardo Hernández García, se sienten muy felices y bendecidos por haber sido favorecidos con una casa.
“Yo les agradezco mucho porque una casa es una bendición. Hace tres años tenía a mis padres y mis tres hermanas. Me quedé con mis dos tíos que me apoyan. Dios me ha regalado una familia por eso le quiero dar gracias a Dios porque la vida continúa”, puntualizó.
Acompañamiento
Luego de la tragedia del volcán de Fuego las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl comenzaron un trabajo de acompañamiento a las familias damnificadas. En el trabajo se dieron cuenta que había otras organizaciones que estaban trabajando por un proyecto de viviendas.
Decidieron unificar esfuerzos para conseguir el mismo fin y creen que el presupuesto y la gestión que hace falta alcanzarán para 33 casas.
El proyecto está ubicado en Parramos, Chimaltenango, a dos kilómetros de la carretera que conduce a San Pedro Yepocapa.
Las casas son de dos tipos, la A, cuenta con tres dormitorios y la B, con dos. Todas tienen sala, cocina, baño y pila. Energía eléctrica y agua entubada. Al frente cuentan con un espacio para jardín o garaje.
En el complejo habitacional habitarán unas 140 personas. Contarán con área verde y de siembra, así como con un salón comunal y una sala de cómputo.
